En Términos y condiciones, Declan se ve envuelto en un pacto inesperado: para heredar el imperio audiovisual de su abuelo, debe conformar una familia. Iris, su usada, ingresa a un matrimonio de conveniencia que, de entrada, conserva la distancia profesional, pero de acuerdo fingen estar enamorados, los dos se dan cuenta la oportunidad de un amor real que reta las reglas establecidas.