En El cuerpo de la casa, Don Lark se encara a su desafío mucho más duro al procurar rememorar una mansión dejada. Atrapado entre sombras del pasado y observaciones inquietantes, su restauración se convierte en un viaje profundo hacia lo irreconocible, donde cada golpe de martillo repiquetea con misterios oscuros y una viable redención.